El sistema de refrigeración del motor se encarga de mantener la temperatura en un nivel adecuado para el correcto funcionamiento del vehículo.

Evita el sobrecalentamiento del motor durante el funcionamiento, lo que garantiza una larga vida útil del vehículo. Mediante la circulación del fluido refrigerante promovido por la bomba de agua, el fluido pasa por las galerías internas del motor, eliminando el calor generado internamente por la combustión y disipándolo al ambiente. A medida que parte del fluido se calienta, otra parte se enfría en el radiador y espera a que la válvula termostática se abra para que pueda entrar al motor y empujar el agua caliente para que se enfríe en el radiador.

Como es una parte vital del vehículo, es fundamental que el sistema de refrigeración esté actualizado con el mantenimiento, ya que una sola pieza con problemas puede causar una gran pérdida a los propietarios del vehículo.

Nuestro objetivo es que usted tenga acceso rápido y sencillo a todos los productos y soluciones que son importantes para realizar su trabajo.

Y con la adquisición de Behr Hella Service, MAHLE Aftermarket se convierte en un proveedor completo de refrigeración de motores y, por lo tanto, puede abastecer a los talleres de principio a fin.

Radiadores de refigerante

Nuestros radiadores de refrigerante son cruciales para el rendimiento de un módulo de refrigeración. Gracias a su colocación en la corriente de aire en el frontal del vehículo, son capaces de liberar óptimamente al aire exterior el calor residual del motor que ha sido absorbido por el refrigerante. En MAHLE, todos los componentes como el bloque de refrigeración y el depósito de agua —incluidas todas las conexiones y elementos de fijación— destacan por su minucioso acabado y su larga vida útil. El bloque de refrigeración en sí consta de la red de radiadores con un sistema de tubos y aletas, los fondos de tubo y los soportes laterales. En los radiadores convencionales, el depósito de agua está hecho de poliamida reforzada con fibra de vidrio. También hay disponibles radiadores íntegramente de aluminio con un peso reducido y una escasa profundidad constructiva.

Ventiladores eléctricos

Para una refrigeración eficiente del motor no solo se necesitan radiadores potentes, sino también ventiladores de alto rendimiento, como son los modelos MAHLE. Constan de un motor eléctrico con una hélice abridada. Colocados delante o detrás del condensador o el radiador de refrigerante, eliminan de forma fiable el calor del refrigerante a través de su corriente de aire. Los coches con un sistema de climatización requieren un ventilador más potente o bien un ventilador adicional.

Intercoolers

Desde el incremento de la potencia en todo el rango de revoluciones hasta ahorro de combustible y descarga térmica del motor: la refrigeración del aire de combustión mediante intercoolers en motores sobrealimentados supone muchas ventajas. Por tanto, tampoco es de extrañar que estén equipados con ellos casi todos los vehículos modernos que tienen turbocompresor. MAHLE cuenta con dos variantes distintas: modelos para la refrigeración directa de aire sobrealimentado en los que el refrigerador instalado en la parte delantera del vehículo se refrigera con el aire ambiente y modelos con refrigeración indirecta de aire sobrealimentado. Por estos últimos fluyen los refrigerantes y liberan el calor al aire ambiente a través de un radiador de baja temperatura.

Embrague viscoso (Visco®) y hélices

Si se suministra el aire de refrigeración de forma eficiente, se reduce el consumo de combustible y, en consecuencia, se alivia la carga sobre el medio ambiente. Con los productos de la tradicional marca Visco®, con 50 años a sus espaldas, MAHLE recoge en su catálogo ventiladores y accionamientos de ventilador especialmente potentes y acreditados. Los acoplamientos de Visco® se encargan de conseguir ahorros adicionales y una reducción de los ruidos del motor. En los motores de vehículos industriales y en los de turismos potentes permiten regular en función de la demanda las corrientes de aire de refrigeración estableciendo con la hélice una conexión por fricción en función de la temperatura e influyendo sobre su número de revoluciones. Si no se necesita ningún aire de refrigeración, el acoplamiento se desconecta por completo.

Radiadores de aceite

Con el avanzado diseño técnico de los radiadores de aceite MAHLE no solo se amplían los intervalos de cambio de aceite. Gracias al espectro de temperatura del aceite del motor prácticamente inmutable, también se alarga la vida útil del motor. Para poder cumplir todos los requisitos de nuestros clientes, ofrecemos una amplia selección de modelos de radiador de aceite refrigerados con aire y con refrigerante. En este sentido, resulta especialmente ligero y compacto el radiador de aceite de discos apilables variable que carece de carcasa de refrigerante y está fabricado íntegramente en aluminio.

Depósitos de expansión

Cuando sube la temperatura del refrigerante, este se dilata. Esto hace que al mismo tiempo se incremente la presión en el sistema de refrigeración. Para mantenerla constante a pesar de todo, los robustos depósitos de expansión MAHLE absorben el refrigerante que se expande a través de una válvula que hay en la tapa de cierre. Así consiguen de forma fiable que la presión regrese al valor preajustado y que se descargue el sistema de refrigeración.

Termostatos

Como socio global, MAHLE Behr desarrolla y produce sistemas y componentes de gestión térmica para prestigiosos fabricantes de motores y automóviles.

Los termostatos MAHLE funcionan tanto con calor tropical como con frío ártico. Ponen cualquier motor rápidamente a la temperatura de funcionamiento correcta controlando el circuito de refrigeración. Para los distintos requisitos, MAHLE ofrece multitud de termostatos diferentes y otros componentes para la regulación de la temperatura.

Intercambiadores de calor de cabina

Los intercambiadores de calor de cabina MAHLE aprovechan el calor liberado por el motor para la gestión de la temperatura en el interior del vehículo. El principio de funcionamiento es tan simple como eficaz: el refrigerante fluye a través de los intercambiadores de calor que hay bajo el tablero de instrumentos. Y precisamente por ahí pasa la corriente de aire que es generada por el soplador del habitáculo. El aire calentado en este proceso transmite la temperatura directamente al habitáculo y proporciona así un clima agradable aunque haga frío en el exterior.