Los filtros de polifenol son bastante más caros que los filtros de habitáculo de carbón activo; a cambio, mantienen el habitáculo libre del 90 por ciento de alérgenos. ¿Vale la pena este gasto adicional? ¿Cumplen su promesa estos filtros?

Los polifenoles son sustancias químicas sintetizadas por las plantas, es decir, compuestos aromáticos que en la naturaleza están presentes en las uvas, las granadas, el ginkgo y el té. Su efecto es antiinflamatorio y anticancerígeno, reducen la adiposidad en los vasos sanguíneos y disminuyen el riesgo de contraer Alzheimer. Así, los polifenoles son verdaderas armas multiuso para protegerse contra todo tipo de enfermedades.

Hace algún tiempo que existen filtros de habitáculo equipados con una capa especial de polifenoles. Su función es impedir la propagación de microorganismos y mantener el habitáculo libre de alérgenos. Entonces, ¿hay que apostar por estos filtros en aras de la salud? ¿O los fabricantes solo se sirven de la fama de los polifenoles para que estemos dispuestos a poner más de nuestro bolsillo?

Para contestar a estas preguntas debemos aclarar en primer lugar lo que son los alérgenos en realidad. Se dividen en tres grupos: los alérgenos reactivos, como los ácaros del polvo, pueden irritar las mucosas. Los alérgenos de contacto, como por ejemplo el cromo o el níquel, pueden provocar erupciones cutáneas. Finalmente, los aeroalérgenos como por ejemplo el polen de abedul, las esporas de hongos o también los vapores de plástico pueden desencadenar disnea. En la mayoría de casos, los alérgenos no tienen un efecto especial sobre las personas, pero a veces pueden provocar alergias.

Por tanto, los filtros de polifenol pueden ser útiles cuando se padecen alergias o se desea prevenirlas. Hemos sometido los filtros a pruebas exhaustivas en laboratorio con gérmenes corrientes (Micrococcus luteus, pertenenciente al grupo de las bacterias, y Aspergillus niger, una especie de hongo). El resultado: los filtros no han cumplido las promesas de los fabricantes, ya de por sí relativamente genéricas. En el material del filtro de polifenol analizado no solo proliferaron gérmenes, sino también hongos, y especialmente estos últimos habían colonizado totalmente el medio de filtrado.

Conclusión: ¡tenga en cuenta la relación calidad-precio! MAHLE, en estrecha colaboración con los fabricantes de equipamiento original, desarrolla sistemas de climatización y filtros de habitáculo. Nuestros filtros de habitáculo de carbón activo de alta calidad no solo filtran de manera fiable casi el cien por cien de todas las partículas sólidas, como polvo, polen y esporas del aire, sino que también mantienen el habitáculo libre de gases, vapores y olores. Sin embargo, al igual que todos los filtros de habitáculo, solo pueden cumplir su función con seguridad si se sustituyen regularmente. Nosotros recomendamos cambiarlos cada 20 000 kilómetros o una vez al año.

Crecimiento de hongos

 

Crecimiento de bacterias