Filtros de habitáculo para vehículos industriales: ahorro gracias a la limpieza

En los vehículos industriales, el buen funcionamiento del filtro de habitáculo es especialmente importante, ya que impide que penetren en la cabina del conductor sustancias nocivas. Los vehículos industriales se suelen usar precisamente en entornos muy polvorientos como obras o canteras. En esos casos, el filtro de habitáculo no solo debe impedir la entrada a la cabina de polvo fino, sino incluso grueso. Por esta razón, hoy en día prácticamente todos los vehículos industriales llevan filtro de habitáculo. Por regla general, está instalado delante del sistema de climatización en el vehículo, de forma que el aire exterior aspirado entra en el habitáculo una vez limpio. Si el filtro está en condiciones óptimas, el caudal es de 150 litros de aire por segundo. En un vehículo carente de filtro de habitáculo, el conductor estaría expuesto a una concentración de sustancias nocivas seis veces más elevada que en el exterior debido al efecto de túnel que se forma a causa de la aspiración. Sin embargo, cuanta más suciedad absorbe el filtro, más rápido se agota su capacidad. En un entorno extremadamente polvoriento puede llegar a obstruirse tanto al cabo de pocas horas que apenas entra aire exterior en la cabina. En ese caso habría que sustituirlo. Sin embargo, esto supone un coste, y a menudo se va aplazando su sustitución, con el consiguiente perjuicio para el conductor.

La alternativa: el filtro de MAHLE limpiable

MAHLE ha desarrollado en colaboración con Mercedes-Benz un filtro de habitáculo que puede limpiarse. Los vehículos de obra de las series Actros y Actros II van equipados con él de fábrica. El fieltro de filtrado está diseñado de forma que es capaz de absorber una cantidad especialmente elevada de polvo. Una vez agotada esta capacidad, el filtro se puede sacudir o, mejor aún, limpiar con aire comprimido. El elemento de filtrado especial está fundido a un bastidor de plástico muy resistente. De este modo es capaz de resistir sin deteriorarse los golpes de la limpieza, a menudo fuertes. Los ensayos han demostrado que, tras la limpieza, los filtros de habitáculo no han perdido capacidad de filtrado y que ofrecen al conductor la misma protección que un filtro nuevo. MAHLE ha diseñado el filtro con una resistencia capaz de soportar 80 procesos de limpieza.

El carbón activo absorbe incluso gases

Los filtros MAHLE están disponibles como filtros de partículas y filtros combinados. Los filtros de partículas retienen polvo, hollín de diésel y polen. Los filtros combinados con carbón activo absorben además gases irritantes como el ozono o gases tóxicos procedentes de fertilizantes, pero también olores desagradables. Estos quedan sedimentados en los poros del carbón activo. El granulado (similar a una esponja) se coloca entre dos capas de fieltro. Es tan poroso que dos gramos de carbón activo se corresponden aproximadamente con la superficie de un campo de fútbol. Un filtro estándar contiene 200 gramos de carbón activo, por lo que ofrece una superficie de filtrado equivalente a unos 100 campos de fútbol.

Consejos de limpieza

A la hora de limpiar el filtro hay que tener en cuenta lo siguiente:

al sacudir o soplar el filtro es necesario eliminar la suciedad en dirección contraria al sentido de flujo del aire; es decir, debe sacudirse el lado del filtro por el que pasa primero el aire sucio.

Durante el proceso de limpieza conviene llevar siempre una mascarilla protectora.